Vamos a hablar de la historia del más popular de los medicamentos. Nuestro relato arranca un 25 de abril de 1763 cuando el reverendo Edmund Stone informa al Presidente de la Royal Society de Londres haber encontrado "un poderoso astringente muy eficaz en la cura de la calentura y de la fiebre intermitente".
Casi por las mismas fechas, Lamarck (1778), observa el espectacular aumento en la temperatura de la inflorescencia del Arum maculatum durante la polinización. Tal fenómeno de la termogénesis se presenta en familias como las Cicadáceas o en angiospermas como Aráceas, Aristoloquiáceas, Ciclantáceas o Ninpháceas. El aumento de temperatura originada por el "calorígeno" provocaría la liberación de ciertos de aromas por diversas flores zoófilas que de esta forma atraena diversos insectos que vehiculan la polinización.
Lo que ninguno de los autores mencionados podía sospechar es que sólo medio siglo más tarde, el químico suizo lograría cristalizar por vez primera en 1835 el Spirsaure, aceite soluble que debe su nombre a la Spiracea ulmaria y responsable de los anteriores fenómenos.
En 1897 el químico y farmacéutico alemán Félix Hoffmann lograba acetilar el anterior compuesto (ácido salicílico), consiguiendo mejorar con el ácido acetil salicílico su tolerancia digestiva. Nada podía hacer pensar a los laboratorios Bayer cuando comercializaron la Aspirina (A de acetil y sprina de spirsaure) que estaban manejando el que sería más popular de los medicamentos. Dos años más tarde una circular de la firma Bayer informaba a la clase médica sobre la nueva sustancia analgésica y antitérmica cuyo nombre comercial había sido previamente comercializado.
Nuevos hallazgos:
La historia continúa. En los últimos 20 años se han puesto de manifiesto nuevas propiedades de los salicilatos.
En inmunología vegetal se ha comprobado que el ácido salicílico participa en la resistencia de las plantas a las enfermedades, mediando la denominada Respuesta Hipersensible.
Tal respuesta caracterizada por Klessing y Malamy en 1994 incluye procesos como: solidificación de la pared celular de la planta, producción de compuestos antimicrobianos especificamente vegetales (fitoalexinas), incremento de la síntesis de inhibidores de proteinasas e incremento de la expresión de genes que codifican enzimas para la ruta de las fitoalexinas.
No han sido menores las novedades surgidas en cuanto a la aplicación de la aspirina en clínica humana. El descubrimiento del efecto inhibidor de la aspirina en la trombosis ha abierto un nuevo campo de indicaciones relacionado con uno de los mayores problemas médicos de los países industriales: los accidentes tromboembólicos.
La aspirina ha demostrado que a dosis inferiores a las utilizadas en analgesia e inflamación es eficaz en la profilaxis de los accidentes cerebrovasculares y del infarto de miocardio, mejorando por tanto las expectativas de supervivencia.
Fitofarmacia:
El sauce, sauz o salguero (salgueiro en portugués) es un árbol de buen porte y, junto al álamo, constituyen los representantes medicinales más conocidos de la familia de las salicáceas. Dispuestas habitualmente en inflorescencias unisexuales dioicas, unas y otras flores se agrupan en espigas o amentos. Las corteza contiene salicina y abundancia de taninos.
Desplazado su uso por el de la aspirina comercial, la corteza de sauce se utiliza aún en fitofarmacia como analgésica-antiinflamatoria-antipirética a base de cocimientos de su corteza (un par de onzas de la misma por litro de agua). Otra fórmula medicinal es el vino de sauce, preparado con clarete o jerez en cuyo seno se deposita corteza de sauce triturada.
Conclusión:
Elegido el sauce como representante medicinal del Descenso del Duero 1997. En adelante, cuando naveguemos bajo el apacible sauce disfrutando de las empinadas arribes recordaremos una secular historia medicinal que llega hasta nuestros días llenas de vigencia.
Es muy rica la oferta medicinal que el Duero nos ofrece. Tal que nunca la agotaremos por muchas que sean las oportunidades que a lo largo de la vida se
nos brinden para surcar sus serenas aguas.
La confianza en el poder divino es el primero de los remedios naturales, pues da salud para esta vida, y garantiza la vida eterna. Sin ella, cualquier otro método terapéutico finalmente fracasará. La ORACIÓN y la MEDITACIÓN en la Palabra de Dios son las técnicas principales, disiparán ansiedades, liberarán tensiones, favorecerán la RELAJACIÓN y el dominio propio, y nos brindarán seguridad poniéndonos en manos del Señor.
Junto a las orillas del río crecerá toda clase de árboles frutales; sus hojas no se marchitarán, y siempre tendrán frutos. Cada mes darán frutos nuevos, porque el agua que los riega sale del templo. Sus frutos servirán de alimento y sus hojas serán medicinales. (Ezequiel 47 : 12)
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“FRUTO DE VIDA PERU”
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